El joven instructor envió al intermediario español José María Risueño, experto en secretaría técnica; es ojeador y tiene gran relación con jugadores y clubes. Risueño vio la información recibida por Iñaki, y realizó informes sobre el jugador nacido en Moca. Muchos clubes históricos de España y Portugal se interesaron luego de ver los informes de Jose María, quien llevaba seis meses siguiendo los movimientos del dominicano e informando a diversos clubes de prestigio.
De concretarse el traspaso, esto supondría un éxito sin precedentes tanto en el fútbol dominicano como en este deporte en sentido general. Además, abriría las puertas a todos los jóvenes que alguna vez han soñado con jugar en el más alto nivel del fútbol europeo. También fuese un éxito para toda República Dominicana en términos económicos, puesto que los ojos de muchos clubes a nivel mundial se enfocarían en nuestro país.
El fútbol español tiene una repercusión mundial y mueve millones de euros y la hinchada crece vertiginosamente. España es actualmente el campeón Europeo y del Mundo. Por eso la llegada de un dominicano podría atraer la atención del mundo futbolístico sobre este país, y sobre todo podría ser una vidriera para las empresas dominicanas que podrían montarse en el tren de la difusión y repercusión que otorga el fútbol español. Además todos esos patrocinios -y porque no-, posibles transmisiones en directo de sus partidos en la televisión comprando la señal, darían aun más notoriedad al joven futbolista y aseguraría una mayor cantidad de minutos en el terreno de juego. Además, de introducirse empresas dominicanas en el fútbol español, también podría comenzar a exportarse una gran carpeta de productos dominicanos a España.
Todo esto se produce en un momento de claro auge de este bello deporte en nuestro país, donde cada vez hay más fanáticos, y más consumo de todo lo relacionado con el fútbol. La llegada de Faña presume una verdadera revolución en República Dominicana. Y esto podría encarnar la apertura del fútbol profesional en este país, y ser símbolo de los nuevos valores de nuestra nación y un espejo para los niños y la juventud dominicana. Igual que como ocurre con el béisbol en EEUU, ahora sería el fútbol en la nación hermana.
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